Fermín Alcácer: “Primero está el sentir”
- La Cuarta Pared
- 16 may 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 9 jun 2020
“Es lo lindo de laburar con el arte, se busca lo genuino, va a lo auténtico”. El músico busca alimentar al arte y al artista
Música, arte y autenticidad
Por Matías Hileman

Aprendió a tocar la guitarra a los nueve años. Definitivamente sintiendo. (Crédito: Google imágenes)
Nació en San Isidro y en seguida se fue a vivir a Los Cardales; con su familia, claro. Tiene 26 años, aún vive con sus padres y hermanos y… Ama la música. “Yo soy músico hace muchos años. Desde que tengo memoria que hago música y escribo canciones, tengo una banda, todo”, dice Fermín. “A los 15 escribí mi primer canción, y ahí me empecé a animar a mostrar mis canciones…”. Sí, y hasta hoy que no para. En el último año de colegio reconoció su anhelo de vivir de la música, empezó a evaluar qué materias le servían para la música y cuáles no tanto, puso el foco y empezó su aventura.
“La vida no es un camino recto, hice varias cosas”. Exactamente. Por eso Mermelada nació a fines de 2017 como un festival y se transformó, poco después, en uno de los pocos Centros Culturales de los que disfruta el partido de Pilar. Además, estudió coaching ontológico.
En un viaje con su novia, el artista declaró que tenía ganas de “hacer movidas culturales”. “No tenía idea de dónde, ni cómo, ni cuándo, pero tenía ganas de hacerlo”, asegura Alcácer. Increíblemente, después de poco tiempo lo contactó Nicolás Giménez, un conocido del mundo de la música quien terminaría siendo su socio, y le propuso preparar un festival de cierre de año de un músico llamado Adrián Berra. La motivación y el entusiasmo sobraban por todos lados. El festival “Mermelada” fue un éxito y la aventura recién había comenzado.

El equipo Mermelada en su casa. (Crédito: Google imágenes)
El Centro Cultural Mermelada cerró recientemente debido a la pandemia. Cerró el espacio físico, pero el movimiento, y sin duda el espíritu, siguen en pie. Antes de la aparición del COVID - 19, Fermín Alcácer se la pasaba yendo al Centro Cultural y coordinando tareas. “Soy bastante inquieto”, expresa. No solamente se ocupaba del centro, sino que también invertía mucho tiempo en grabar y generar ideas nuevas con el otro líder de su propia banda musical. Por suerte el virus no le quitó este espacio con su compañero, ya que lo hacen vía online, pero sí le quitó la magia de Mermelada. “La verdad es que yo estoy bastante triste”, “Marquitos vos sabés lo que te digo porque es ponerle el corazón”, comenta Alcácer de una charla con Marcos de Winne; líder de Piantao, otro conocido centro cultural; acerca de la desgraciada situación actual.
“Lo que me atrae de los Centros Culturales es eso, el espacio a la expresión”
Sin embargo, esto no fue un freno para que Alcácer cortara con su creatividad e ideas nuevas. “Estoy leyendo un libro que se llama El Camino del Artista, estoy haciendo ejercicio, estoy aprovechando los ratitos de sol y estoy estudiando mucho sobre composición y sobre creatividad”. El músico decidió no perder el tiempo y está dando un taller online, “coaching en composición musical”. Tiene 15 alumnos, incluso de distintos países: uno de Chile y otro de Uruguay. Lo que intenta de promover es no pensar a la hora de crear. “Primero creás, osea, sentís y creás, viste, cantás, tirás palabras, tirá lo que sientas, tiralo al papel. Después, obviamente pensá y usá un poquito más la racionalidad, leé todo lo que hiciste, tratá de pensar de qué manera querés mostrarle al mundo”.
Sencillo es una palabra que lo define y le gustan las cosas simples. Se identifica también con el entusiasmo y como alguien capaz. “Si realmente me propongo algo y no sé cómo hacerlo, sé que voy a buscar la manera para hacerlo. Me gusta tirar para adelante”. Ante la eterna dualidad entre el pensamiento y la emoción, él se inclina hacia la segunda: “Una buena palabra para definirme sería impulsivo”.
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