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Un gaucho en París

  • Foto del escritor: La Cuarta Pared
    La Cuarta Pared
  • 15 may 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 24 jun 2020

Oriundo de General La Madrid, una pequeña localidad de la Provincia de Buenos Aires, Alfonso Pacín, pertenece a una familia de artistas.


DE LA MADRID AL MUNDO


Por: Agustina Castro Correa


Alfonso Pacín es un reflejo de la cultura popular argentina. A pesar de vivir hace 20 años en París, jamás perdió sus costumbres. Mantiene intacta su tonada “argenta” y el mate fue su compañero durante toda la charla. Salir de un pueblo tan pequeño, de 8000 habitantes, no le impidió vivir de su música en una de las grandes ciudades del mundo.


Pacín aprendió a tocar el violín cuando tenía seis años, y a partir de ahí jamás abandonó (Fuente: archivo personal).

No llegó solo. Llevaba consigo una enorme herencia. Sus padres le inculcaron el amor por la música y la fuerza para lograr lo que se propusiera. Su madre, Evelina Aitala, es pianista y profesora de conservatorio. Su padre, Juan Carlos Pacín, es reconocido como el máximo hacedor cultural de La Madrid, ya que creó el primer y único centro cultural de la zona. Hoy se convirtió en ícono del lugar y orgullo de todo lamadritense. Además, fue profesor de Historia del Arte y un enamorado del arte plástico.

“La idea de mi viejo surgió porque se dio cuenta de que había una movida local. Un montón de gente tenía ganas de hacer cosas creativas, pero no tenía un espacio para hacerlo”, cuenta Pacín sobre cómo surgió el complejo cultural. La dictadura estaba llegando a su fin y con ella, se abría paso a una gran efervescencia cultural y ganas de hacer cosas colectivamente. Pero La Madrid no contaba con un espacio donde sus habitantes pudieran expresar su arte. La gestión cultural consistía únicamente en lo que se pudiera llegar de Buenos Aires.


Pacín describe este hecho como una “fiebre popular”. La gente comenzaba a tener un espacio para reunirse y desarrollarse artísticamente. Ya no era un proyecto personal, o propio de su familia. Era algo que involucraba a todo el pueblo: todo aquel que quisiera participar tenía abiertas las puertas para hacerlo. El 10 porciento de la población participaba activamente en el complejo. Hoy se convirtió en ícono del lugar y orgullo de todo lamadritense.

“Para irte a vivir afuera tenés que tener ganas, coraje y creer que estás en igualdad de condiciones que cualquiera para poder hacerlo”

“Para irte a vivir afuera tenés que tener ganas, coraje y creer que estás en igualdad de condiciones que cualquiera para poder hacerlo”, explica. Y cuenta que esto lo aprendió gracias a la aventura del centro cultural, que visto desde afuera puede pasar desapercibido; pero conociéndolo desde adentro era una cosa delirante, hecha a pulmón y fuerza de convicción.


El hecho de que su padre haya logrado su sueño lo impulsó a cumplir los suyos. Hoy, a sus 53 años, cuenta con un gran camino recorrido de metas cumplidas. Estudió Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, y cuando estaba terminando la carrera obtuvo una oportunidad para perfeccionar su música. Ganó una beca en Berklee College of music en Boston por cuatro años.


Recuerda que su estadía en Boston fue de mucha intensidad y gran esfuerzo, ya que implicaba varias actividades. Entre ellas estaban: aprender un idioma nuevo, cumplir con sus estudios de música, realizar su tesis de filosofía a distancia y trabajar para mantenerse. Tocaba seis veces por semana en distintos lugares entre Boston y Nueva York.


Aunque en 1999 viajó a París para alejarse un poco de la música y dedicarse a la filosofía, fue imposible olvidarse de ella. Al poco tiempo de vivir en La Sorbona, se dio cuenta de que por mucho que le hubiera interesado la filosofía, era la música a lo que quería dedicarse. Hoy dirige distintas orquestas en París, Toulouse y Marsella. Estas instituciones conforman una red de escuelas que se dedican a explorar la música popular argentina.



La Típica Folklórica es una orquesta escuela conformada por los mejores alumnos de Pacín. Es un laboratorio musical que tiene como objetivo llegar a otras músicas a partir de la formación típica del tango (Fuente: Youtube Alfonso Pacín).


“Extraño volver todos los días y sentir que un lugar me pertenece. La mala noticia, que le cuento a todo aquel que quiera estar en mi situación, es que ese lugar ya no existe. Con el paso del tiempo, una vez que te vas empezás a ser un extranjero también en el lugar del que viniste”, confiesa.

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